22 de agosto de 2021: 101 aniversario de su nacimiento.
Ray Bradbury visitó la feria del libro de Buenos Ares en 2006. En una conferencia de prensa, un periodista le preguntó cómo había podido publicar Farenheit 451 en plena época del macartismo, y Bradury le contestó: «Vino a verme un muchacho en 1953 que quería hacer una revista y me pidió cualquier historia que pudiera comprar por 300 dólares. ‘Tome esta que nadie quiere publicar’, le dije, y así es como todos los jóvenes del mundo están en deuda conmigo por haber contribuido con el nacimiento de Playboy», contó. Le había entregado a Hugh Heffner el original inédito de Farenheit 451.
Ray Douglas Bradbury nació el 22 de agosto de 1920 en la pequeña ciudad de Waukegan, en el estado de Illinois, Estados Unidos, en el seno de una familia de clase media baja. Por razones de trabajo, o por falta de él, tuvieron que mudarse varias veces de ciudad, hasta establecerse finalmente en la ciudad de Los Ángeles, California, en 1934. Aunque logró terminar sus estudios secundarios, Ray no pudo cursar una carrera universitaria porque debió trabajar para ayudar a la familia, vendiendo periódicos. Pero suplió esos estudios formales con una buena formación autodidacta, leyendo ávidamente en las bibliotecas públicas. Empezó a escribir sus primeros cuentos en esa época, que se publicaban en la revista de la Liga de Ciencia Ficción de Los Ángeles. El primero de ellos fue El dilema de Hollerbochen que apareció en 1939. Ese año, Bradbury viajó a la ciudad de Nueva York para participar de la primera convención mundial de ciencia ficción, lugar que aprovechó para vincularse con autores y, especialmente, con editores de revistas del género. Gracias a esto vendió su cuento Pendulum a la revista Super Science Stories, que lo publicó en 1941. Luego, varias historias se publicaron en la entonces famosa revista Weird Tales, muchas de las cuales se compilaron para publicar su primer libro, que se llamó Dark Carnival, que apareció en 1947.
Digresión 1:
A diferencia de otros escritores que cultivaban el género en las llamadas revistas pulp, Bradbury se destacaba desde el principio por sus metáforas, y por su tono melancólico que retratan las vidas pequeñas en los pueblos, las fábricas o las granjas como resumen del mundo.
A mediados de la década de los ’40, los relatos de Bradbury aparecían con frecuencia en revistas de mayor nivel y circulación, como Harper’s, McCall’s, The New Yorker y Collier’s, es decir, en la revistas slicks (lisas) que se diferenciaban de las pulp por la calidad del papel en las que se imprimían. Los cuentos variaban desde la fantasía, el horror o policiales, pero predominaban los de ciencia ficción. Varios de ellos aparecen en su famoso libro Crónicas marcianas, que se publicó en 1950. Jorge Luis Borges hizo un hermoso prólogo a las Crónicas marcianas en la edición argentina de Minotauro, en 1955. Allí dice: «Bradbury anuncia con tristeza y con desengaño la futura expansión del linaje humano sobre el planeta rojo -que su profecía nos revela como un desierto de vaga arena azul, con ruinas de ciudades ajedrezadas y ocasos amarillos y antiguos barcos para andar por la arena».
Digresión 2:
Las Crónicas marcianas describen la colonización terrestre de Marte, colonización que conduce a la extinción de la idílica civilización marciana. Pero como la colonización lleva hacia una inevitable guerra nuclear, muchos colonos regresan a la Tierra, pero también allí producen un holocausto nuclear, por lo que los sobrevivientes regresan a Marte, convirtiéndose en los nuevos marcianos.
En 1951 apareció un nuevo libro de cuentos de Bradbury, El hombre ilustrado, cuyo tema recurrente a lo largo de las dieciocho historias que lo componen es el conflicto entre los fríos e insensibles mecanismos tecnológicos y la psicología de la gente.
Digresión 3:
El personaje de El hombre ilustrado que enlaza las historias reunidas en el libro es un vagabundo que tiene su cuerpo tatuado con figuras animadas, hechas por una mujer viajera del tiempo, y cada uno de los dibujos narra una historia diferente. El libro se adaptó para el cine en una película de 1969 dirigida por Jack Smight, y en la que trabajan Rod Steiger y Claire Bloon.
Digresión 4:
En 1953 Bradbury publicó su obra más importante y conocida, Fahrenheit 451, título que hace referencia a la temperatura en la que el papel se enciende. Tuvo un éxito inmediato por ser considerada como un fuerte alegato contra la censura. Pensemos que el libro se escribió no muchos años después de que los nazis hicieran hogueras con los libros de autores judíos o comunistas y en medio del temor creado por el Comité de Actividades Antiestadounidenses del senador MacCarthy, al que acompañaron las listas negras y una nueva oleada de represión política y censura.
Tanto en la película de François Truffaut de 1966, protagonizada por Julie Christie y Oskar Werner, como en la nueva versión de Ramin Bahrani para la HBO, se refleja el mismo problema. A Bradbury le preocupaba el crecimiento de revistas del tipo de Reader’s Digest. Hoy, tenemos a Wikipedia y los tuits, y el mismo problema: le preocupaba que la gente solo leyera encabezados. Hoy parece que la mitad de las palabras en línea han sido sustituidas por emojis. Cuanto más erosionamos la lengua, más erosionamos nuestro pensamiento complejo y somos más fáciles de controlar. Bradbury temía la pérdida de la memoria. Hoy hemos decidido que Google y nuestras cuentas en redes sociales sean los guardianes de nuestros recuerdos, emociones, sueños y hechos. Todo está en la nube y Google es el que guarda nuestros conocimientos. Por eso nos podríamos preguntar: ¿cómo evitar que una persona que se esconde en el sótano de sus padres con una computadora portátil hackee miles de millones de años de la historia, la literatura y la cultura colectiva de la humanidad, y luego la reescriba en su totalidad… o solo haga clic en borrar? ¿Quién se daría cuenta?.
Bradbury siguió escribiendo cuentos y novelas, aunque también poesía y teatro. Su obra suma más de 40 libros con recopilaciones de cuentos, 10 novelas, 2 libros de poemas, 2 de teatro, 3 de no ficción. Además, escribió el guion de la película Moby Dick, dirigida por John Huston en 1956 y varios episodios de series televisivas como The Twilight Zone (La dimensión desconocida) y Alfred Hitchcock presenta, y adaptó 59 de sus cuentos para la serie de televisión The Ray Bradbury Theatre, que se emitió entre 1985 y 1992, y varias de sus novelas y cuentos sirvieron de base para la realización de películas cinematográficas. Además, cabe mencionar que desde 1947 hasta 2007 recibió 31 premios y reconocimientos diversos. Finalmente, un cráter de la Luna recibió el nombre de Cráter Dandelion en homenaje al libro Dandelion Wine (El vino del estío) y un asteroide lleva su nombre, el 9766 Bradbury.
Ray Bradbury murió el 5 de junio de 2012 a la edad de 91 años en la ciudad de Los Ángeles. La lápida que cubre su tumba tiene una inscripción hecha a petición suya: «Autor de Farenheit 451».
Digresión 5:
Bradbury se consideraba como «un narrador de cuentos con propósitos morales». Pensaba que el destino de la humanidad es «recorrer espacios infinitos y padecer sufrimientos agobiantes para concluir vencido, contemplando el fin de la eternidad». No quería ser definido como un autor de ciencia ficción sino de obras de fantasía. En realidad, admitió que Farenheit 451 era la única obra de ciencia ficción que había escrito. «En mis obras no he tratado de hacer predicciones acerca del futuro, sino avisos. Es curioso, en mi país cada vez que surgía un problema de censura salía a relucir como paradigma de la libertad Farenheit 451. Los intelectuales, ya sean de derechas o de izquierdas, siempre tienen miedo a lo fantástico porque les parece tan real ese mundo que creen que estás intentando engañar y, evidentemente, así es (…) Vivimos en un mundo que nos absorbe con sus normas, con sus reglas y la burocracia, que no sirve para nada. Hay que tener mucho cuidado con los intelectuales y los psicólogos, que intentan decirte lo que tienes que leer y lo que no».