22 de mayo de 2021: 136 aniversario de su fallecimiento.
Víctor Hugo lo fue todo. Por eso es inabarcable. Poeta, novelista, dramaturgo, político, dibujante, intelectual comprometido. Se miraba a sí mismo en calidad de personaje y hasta de institución. Es que su persona fue y es verdaderamente universal, como lo fue su vida. Para él, efectivamente, nada de este mundo le fue ajeno. Estuvo en las Tullerías cuando el rey Luis Felipe de Orleans hacía las maletas para huir de la Francia revolucionaria de 1830. Asistió y anotó con detalle las ceremonias de la repatriación solemne de los restos de Napoleón Bonaparte. Dirigió en su juventud la batalla por el romanticismo. Fue amigo de Flaubert, de Balzac, de Baudelaire y mantuvo conversaciones frecuentes con los principales políticos de su tiempo, franceses y europeos. Mantuvo correspondencia con los personajes del momento, como el emperador Pedro II de Brasil, al tiempo que dedicaba horas al entretenimiento y la educación de sus nietos o a tomar lecciones de piano con Franz Liszt. Hay que leer Choses vues (Cosas vistas) para ver hasta qué punto le interesaron todas las cosas de la vida.
Víctor Marie Hugo nació el 26 de febrero de 1802 en Besançon, Francia. Fue el menor de tres hijos varones de una familia acomodada, con un padre general del ejército de Napoleón, y una madre monárquica con una cierta educación y socialmente vinculada. Los sucesivos destinos de su padre militar motivaron que pasara su niñez en Nápoles o Madrid. En 1813 la familia se instala con la madre en París, porque los padres se habían separado como consecuencia de un romance que ella sostuvo con un colega del marido. El joven Víctor Hugo se interesó por la poesía, y aprendió los rudimentos del oficio por su propia cuenta, solamente ayudado por un maestro de escuela que vivía en la misma pensión que él. A los 14 años de edad, Víctor escribió en su diario: «Quiero ser Chateaubriand o nada». Aunque había comenzado sus estudios de matemáticas, siguió componiendo y participando en concursos poéticos académicos, donde obtuvo varios premios. Su primer libro de poemas se publicó en 1822, cuando Víctor tenía 19 años y todavía sufría por la pérdida prematura de su madre. El libro tuvo cierto éxito y su fama llego a oídos del rey Luis XVIII, que le otorga una pensión de 1.000 francos. El joven poeta siente que ya es hora de hacer planes para el futuro, y prepara su casamiento con Adèle Foucher, su amiga de juegos infantiles. Se casaron ese mismo año de 1823, y tuvieron 5 hijos. Uno de los hermanos de Víctor, Eugène, que estaba también enamorado de Adéle, fue afectado profundamente por el casamiento, se sumió en una profunda depresión y tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico. Murió esquizofrénico en 1837.
Digresión 1:
Víctor Hugo llegó a ser el máximo exponente del romanticismo en Francia. El drama Cromwell (obra teatral que fue imposible de ser representada por su complejidad escénica y la cantidad de personajes), que fue publicado en 1827, pero sobre todo Hernani, estrenada en 1830, desatan verdaderos escándalos, donde no escasean los enfrentamientos multitudinarios entre los defensores de los conceptos clásicos del teatro y los de los modernos encabezados por Hugo y Théophile Gautier. Víctor Hugo insiste con su obra revolucionaria, y estrenó en 1832 El rey se divierte, que fue prohibida por el gobierno al día siguiente del estreno.
En 1833 Hugo conoce a Juliette Drouet, una hermosa actriz que se convierte en su amante, y que consagrará su vida al poeta aunque en un prudente segundo plano. No fue su única amante, aunque ocupó un lugar especial en su vida. Víctor Hugo siguió escribiendo varias obras teatrales, pero con poca repercusión, porque todas requerían un complejo y costoso montaje. Por eso, él y Alejandro Dumas decidieron tener su propia sala de teatro, experiencia que no duró mucho tiempo. En 1841, durante el reinado de Luis Felipe de Orleans, Víctor Hugo es designado miembro de la Academia Francesa, y poco después Par de Francia. Durante los años siguientes, dejará de lado la literatura para volcarse más hacia la actividad política. Fue designado alcalde del 8º distrito de París y, luego de haber apoyado la candidatura a Presidente de Luis Napoleón Bonaparte, fue elegido diputado de la Segunda República, ocupando un sitio en la bancada de los conservadores. Sin embargo, pronto rompe sus lazos con el bonapartismo, y se enfrenta decididamente con el autoproclamado emperador Napoleón III, al que apoda «Napoleón el pequeño», después de que este diera el golpe de estado de 1851. Al día siguiente del golpe escribió el panfleto Napoleón el Pequeño, que se publicaría recién 25 años después. Perseguido por sus ideas, decididamente republicanas, se exilió en la isla de Jersey, una dependencia inglesa ubicada en el canal de la Mancha, desde donde podía divisar la costa francesa. De allí fue expulsado por las autoridades inglesas por haber criticado la visita que la reina Victoria de Inglaterra realizó a Francia, y se refugió en otra isla cercana, también inglesa, Guernsey. Los siguientes fueron años de intensa producción literaria: publicó Los castigos (1853), donde critica duramente al Segundo Imperio, y Los Miserables, una de sus novelas más conocidas, notables y perdurables.
Digresión 2:
Las adaptaciones al cine y la televisión de la novela Los miserables exceden de la cincuentena, comenzando por una versión muda de 1907. De las versiones que he visto, algunas por TV o en formato DVD, recuerdo la de 1935 con Charles Laughton y Frederick March, la francesa de 1958 con Jean Gabin, la de 1998 con Liam Neeson y Uma Thurman y la de 2012, el musical dirigido por Tom Hooper y con la participación de Hugh Hackman, Anne Hathaway y Russel Crowe, que dejan mucho que desear como cantantes. Pero tuve la suerte de poder ver la puesta en Nueva York del musical que se estrenó en 1987 y que, según la información de que dispongo, había sido vista hasta 2008 por más de 65 millones de personas, en 22 idiomas. Esta exitosa obra es, en realidad, una creación francesa que se estrenó antes, con la música creada por Claude-Michel Schönberg, y que luego se tradujo al inglés para su estreno en Londres, producida por Cameron Mackintosh. La televisión no podía quedarse atrás, y en el 2000 los franceses produjeron una miniserie de cuatro capítulos en la que actuaban Gerard Depardieu y John Malkovich. 170 años después de ser escrita, la novela todavía es representada como obra teatral o musical en distintos lugares del mundo y es bandera de reivindicación social y política: cuando los estudiantes de Hong Kong se rebelaron ante las restricciones que les imponía China en 2003, se manifestaban por centenares de miles y cantaban a coro «Do You Hear the People Sing?» (¿Estás escuchando el canto del pueblo?), una de las canciones más emotivas de la obra teatral. La novela es, sin duda, un fuerte manifiesto contra el poder y la injusticia. Durante las 1.500 páginas de densa escritura, se cuenta la historia de 30 años de un hombre condenado a una terrible pena de prisión por robar un trozo de pan, su redención y su muerte, en medio de las convulsiones sociales de la Francia de 1848. Fue la expresión más pura del romanticismo revolucionario, como se puede leer en el discurso-manifiesto del estudiante Enjolras que, subido a las barricadas y rodeado de banderas rojas, arenga a los ciudadanos: «¿Adónde vamos, ciudadanos? A la ciencia convertida en gobierno, a la fuerza de las cosas erigida en única fuerza pública, a la ley natural con su sanción y su penalidad en sí misma, y promulgada por la evidencia; a una alborada que corresponda al nacer del día. Caminamos a la unión de los pueblos, caminamos a la unidad del hombre. No más ficciones, no más parásitos. Lo real gobernado por lo verdadero; tal es el fin. La civilización celebrará sus juntas en medio de Europa, y luego en el centro de los continentes, en un Parlamento de la inteligencia».
A pesar de que Napoleón III había decretado una amnistía para todos los presos políticos en 1859, Hugo se negó a aceptar esa medida del «usurpador», y lanzó su frase: «Cuando vuelva la libertad, volveré». Y efectivamente, lo hizo en 1870 después de la derrota del ejército francés en Sedán, y fue recibido triunfalmente por los parisinos. En 1871 volvió a ser elegido diputado, pero renunció al cargo al mes de haber asumido, indignado por la no validación como diputado por Burdeos de Giuseppe Garibaldi. Estando en Bruselas, estalló la rebelión de los parisinos de 1871 y la proclamación de la Comuna. Apoyó el nuevo sistema, pero rechazó las matanzas que sucedieron durante los meses del gobierno de la Comuna. Sin embargo, aceptó la propuesta de varios comités republicanos para ser postulado como diputado. Su primera iniciativa fue presentar una ley de amnistía para los comuneros. En 1876 fue elegido senador y como tal integró la Comisión que seleccionó a quienes fueron reparados con una pensión por haber sido víctimas del golpe de estado de 1851. En el período que va desde 1876 a 1885, fecha de su fallecimiento, Víctor Hugo se convirtió en una figura tutelar de la república, al mismo tiempo que una referencia indiscutida de la literatura nacional. Falleció el 22 de mayo de 1885 en la ciudad de París a los 83 años de edad. Tal como dejó expresamente indicado, el traslado a su funeral se hizo en el llamado «coche fúnebre de los pobres», aunque no se respetó su deseo de ser enterrado en el cementerio de Père Lachaise. Por decisión del gobierno de la Tercera República el féretro fue colocado durante toda una noche bajo el Arco del Triunfo, con una guardia militar, y luego trasladado al Panteón de París, donde yace junto a Emile Zola, Alejandro Dumas, Voltaire, Jean-Jacques Rousseau y Marie Curie, entre otras personalidades. El cortejo convocó a más de dos millones de personas.
Digresión 3:
Existen diversas ediciones de las Obras Completas de Hugo. La primera, publicada entre 1880 y 1889, es la Édition définitiva d’après les manuscrits originaux de la editorial J. Hetzel et Cie., en 18 volúmenes. Más actual es la edición de la editorial Robert Laffont de 1985, también en 18 volúmenes. En castellano, la más accesible es la de Editorial Aguilar, Madrid, de 5 tomos.
Giuseppe Vardi utilizó la novela El rey se divierte, de 1832, como base para el libreto de su célebre ópera Rigoletto, con guión de Francesco Maria Piave.
Victor Hugo es uno de los autores más recurridos por el cine para sus películas, y Notre Dame de Paris lleva más de setenta versiones. La primera de ellas es la basada en Nuestra señora de París, pero que lleva el título de «Quasimodo» se realizó en 1905, apenas veinte años después de su muerte. La misma obra inspiró la película muda de 1923, con Lon Chaney. Sin embargo la que más se recuerda es la actuación de Charles Laughton en 1935, en la película que se llamó Esmeralda la zíngara, así como su interpretación del inspector Javert en Los Miserables, de 1939.
Digresión 4: Europa
Víctor Hugo fue un gran defensor avant la lettre de la unidad de Europa, «una Europa de los pueblos en oposición a la Europa de los reyes, en forma de una confederación de estados con pueblos unidos por el sufragio universal y la abolición de la pena de muerte». En su testamento, dejó asentada esta posición al decidir que «Dono todos mis manuscritos, y todo lo que pueda encontrarse escrito o dibujado por mí, a la Biblioteca Nacional de París, que será un día la biblioteca de los Estados Unidos de Europa».