15 de septiembre de 2021: 131 aniversario de su nacimiento.
Con la Tía Agatha uno podía estar tranquilo. Porque al final de sus novelas el asesino siempre era desenmascarado por el detective/a sin que hubiera demasiados muertos por el camino, o por lo menos sin que la sangre ensuciara toda la escena. Pero después leí a Hammet y Chandler, y la novela policial se convirtió en otra cosa.
Agatha Mary Clarissa Miller nació en la localidad de Torquay, un balneario del condado de Devon, Inglaterra, el 15 de septiembre de 1890. De padre estadounidense que trabajaba como agente de bolsa y madre inglesa que incursionó en la poesía, pertenecían a una clase media acomodada que le permitió tener una educación privada hasta que fue adolescente y viajó a París para completar sus estudios en escuelas privadas para señoritas. En 1910 enfermó su madre, por lo que Agatha se mudó con ella a El Cairo, buscando un clima cálido. Agatha aprovechó para visitar monumentos antiguos, pero no estaba interesada entonces por la arqueología. Lectora voraz, empezó a incursionar en la escritura, aunque todavía su interés no era el de convertirse en escritora profesional. Sus primeros relatos tenían siempre un matiz cercano al espiritismo y lo paranormal, seguramente heredado de su madre. En 1914 se casó con Archibald Christie, un aviador de la Royal Flying Corps, antecedente de la Royal Air Force (RAF), que combatió en Francia durante la primera Guerra Mundial. Agatha se divorció de su marido en 1928, después de que éste le confesara que estaba enamorado de otra mujer.
Digresión 1:
Después de conocer la infidelidad de su marido, Agatha tomó su automóvil y se fue de la casa. Los sucesos posteriores no son del todo claros y hay varias versiones de lo que sucedió. Lo cierto es que ella llegó a Harrogate y se alojó en un hotel bajo el nombre de la amante del marido. Después de diez días de lecturas, compras y paseos fue reconocida por algunos, y la policía llegó hasta el lugar. El caso de la misteriosa desaparición de la escritora no hizo sino aumentar la popularidad de Agatha y la venta de sus libros. Tiempo después, el episodio se refleja en un largometraje británico llamado «Agatha», que se basa más en la imaginación de los creadores de la película que en los verdaderos hechos que ocurrieron. Los protagonistas de la película fueron la actriz Vanessa Redgrave, dando vida a la escritora, y los actores Timothy Dalton y Dustin Hoffman como Archie Christie y Wally Stanton, un reportero americano que investiga el suceso, respectivamente.
Durante la primera Guerra Mundial, mientras trabajaba como enfermera voluntaria, escribió su primera novela, entre 1914 y 1916, El misterioso caso de Styles, publicada en 1920. La novela introdujo al pintoresco personaje del detective Hércules Poirot, que será protagonista de muchas de sus novelas posteriores. El prestigioso Times Literary Suplement elogió moderadamente la novela, aunque sostuvo que el argumento «es demasiado ingenioso… que el lector no sería capaz de localizar al criminal». Mientras, Agatha había dado a luz a su hija Rosalind.
Digresión 2:
El misterioso caso de Styles fue rechazada primero por seis editoriales, hasta que una pequeña editorial aceptó publicarla, pero le pidió que modificara el final. Después, el personaje Poirot sería el protagonista central en 37 historias más de Agatha Christie. Raymond Chandler, el prestigioso escritor estadounidense de novelas policiales sostuvo que «hay un argumento de Agaha Christie que presenta en primer plano a Hércules Poirot, el ingenioso belga que habla en una traducción literal de francés escolar, según el cual, mediante el adecuado empleo de sus ‘pequeñas células grises’, el señor Poirot decide que ninguno de los ocupantes de determinado coche-cama habrían podido realizar el asesinato por sí solos, y que por tanto todos lo cometieron juntos, y entonces divide el proceso en una serie de operaciones simples, como si montara una batidora de huevos. Pertenece al tipo garantizado para convertir la mente más aguda en pulpa. Solo un idiota podría adivinarlo» (v. R. Chandler, Obras Completas, T. II p. 1104, Ed. Debate, Madrid 1995). Según confesó Agatha al final de su vida, Poirot llegó a cansar a la escritora que lo creó. Empezó a cansarse de su puntillosidad pomposa, y de su inconmensurable vanidad, al punto de imaginar su muerte. Pero sabía que el detective belga dejaba siempre buenos dividendos. Y como también sabía el precio que debió pagar Arthur Conan Doyle por asesinar a Sherlock Holmes, evitó el ridículo de resucitarlo escribiendo la novela de su muerte y guardándola en un cajón, muchos años antes de que se publicara al final de la vida de la creadora. Otro de los personajes que protagoniza varias novelas de Agatha es Miss Jane Marple, que apareció con Muerte en la vicaría y luego en otras 32 novelas en las que, frecuentemente sentada y tejiendo, resolvía los casos con modestia y gran sentido común. La serie Miss Marple duró seis temporadas en la TV y fue protagonizada por Geraldine McEwan.
En la serie de los ’80, Matrimonio de sabuesos, aparece una pareja de detectives compuesta por Tommy y Tuppence Beresford.
Su primer gran éxito llegó con la publicación en 1926 de El asesinato de Roger Ackroyd, que conmocionó al público porque solo al final del libro se descubre que el asesino es el narrador. Recurso que también utilizó Borges en su famoso cuento Hombre de la esquina rosada. Ricardo Piglia arriesga la idea de que Borges plagió la fórmula de Agatha Christie, cuyas novelas le gustaban, no así las novelas negras estadounidenses, que no proponen un desafío al lector y en cambio hay mucho sexo, y a Borges no le gustaba el sexo (v. Los casos del comisario Croce, Ed. Anagrama, Barcelona 2018).
En 1930 Agatha volvió a casarse, esta vez con Max Mallowan, un arqueólogo catorce años menor que ella, al que conoció en un viaje a Bagdad y con el que Agatha se acostumbró a viajar por Irak y Siria en largos viajes de exploración y estudio. Estos viajes sirvieron de inspiración para producir libros como Asesinato en Mesopotamia de 1936, Muerte en el Nilo, también publicado en 1936, y Cita con la muerte de 1938. En 1934 había publicado Asesinato en el Oriente Express, que aumentó enormemente su popularidad.
Digresión 3:
Es difícil ser exactos en la cantidad de veces que sus libros fueron utilizados por el cine o la TV. Por ejemplo, la novela de 1936 El misterio de la guía de ferrocarriles, tenía el título original de The ABC Murders, pero fue adaptada en tono de comedia en 1965 para el cine por el director Frank Tashlin con el título de The Alphabet Murders. La televisión le cambió nuevamente el nombre para el primer episodio de la cuarta temporada de la serie Poirot, protagonizada por David Suchet. La serie protagonizada por Suchet tuvo una vida prolongada, con 70 episodios de una docena de temporadas. Pero parece que no quedaron satisfechos, y en 2018 volvieron a utilizar el texto, esta vez para una miniserie británica de tres episodios con John Malkovich como Poirot, aunque el physique du rol de Malkovich no fuera el apropiado, según la descripción que hizo alguna vez el capitán Hastings de Poirot, que decía que era bajito y gordo, con cabeza en forma de huevo. Lo que muestra que a veces las adaptaciones suelen ser mejores que las versiones originales.
Diez negritos (And Then There Where None), tal vez una de las mejores novelas de Agatha, tuvo dos versiones cinematográficas: la de René Clair de 1945, y la coproducción germano británica de 1974, con un reparto que incluía a Charles Aznavour y Stephanie Audran.
Además de la versión de Asesinato en el Oriente Express de Kenneth Brannagh de 2017, que actúa además como Poirot, junto con Johnny Depp y Michelle Pfeiffer, está la que dirigió Sidney Lumet en 1974, con Albert Finney como Poirot y Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Sean Connery y otros famosos. Un Poirot protagonizado por Peter Ustinov aparece en Tragedia en tres actos, de 1986.
Como dato curioso, cabe mencionar que el estreno de la versión de Kenneth Brannagh del Asesinato en el Oriente Express arrastró la venta de tres millones de ejemplares del libro.
La que fuera una obra escrita originalmente para el teatro, Witness for the Prosecution (Testigo de cargo) tuvo su película en 1958 de la mano de Billy Wilder, con Tyrone Power, Marlene Dietrich y Charles Laughton.
Entre 1941 y 1942, en plena segunda Guerra Mundial, el MI5, la agencia de inteligencia británica, investigó a Agatha cuando se publicó El misterio de Sans Souci, en donde se relata la cacería de dos de los principales agentes del espionaje alemán en el Reino Unido.
Al parecer, algunos datos y personajes de la novela asombraron al MI5 por lo parecido con ciertas realidades que sucedían en el país. El período de guerra fue el más productivo y a la vez el más exitoso en la carrera de Agatha Christie. En esa época publicó éxitos como Cinco cerditos, El caso de los anónimos y Diez negritos. Esta última se convirtió en la novela de misterio más vendida de la historia y uno de los libros más vendidos de todos los tiempos. En la posguerra, Agatha disminuyó su producción de novelas para dedicarse a la elaboración de obras teatrales. También en este rubro su éxito fue enorme. La ratonera, estrenada en 1952, se mantuvo en cartel durante treinta años, y solamente en Londres la vieron más de cinco millones de espectadores. Además, se presentó en muchas otras ciudades inglesas y en 41 países. Otra de sus obras teatrales de éxito fue Testigo de cargo. Entrada la década de los ’70, la salud de Agatha comenzó a deteriorarse. En 1975 publicó la última novela con Poirot, Telón, la que había escrito y guardado años atrás y en la que se producía la muerte del detective, y un año después el último de Miss Marple, Un crimen dormido. Agatha Christie falleció el 12 de enero de 1976 a los 85 años de edad en Oxfordshire, Inglaterra. Pero bussiness are bussiness, y los libros de Agatha Christie tendrán también sus secuelas después de que la escritora falleciera. Los herederos han aceptado que la no muy conocida Sophie Hannah publique Los crímenes del monograma, ubicada en 1929, con Poirot nuevamente vivo.
Digresión 4:
La productividad de Agatha Chirstie fue enorme, aunque la calidad de lo escrito sea bastante irregular. Ella misma se describió como una «máquina de salchichas». Sin embargo, escribió 66 novelas policiales, 6 novelas románticas, 14 libros de cuentos, 16 obras teatrales, 2 autobiografías, 2 libros de poesía y 1 libro infantil. Supo representar con elegancia el gusto e interés de los lectores de su tiempo. Además, retrató con agudeza su época, especialmente el periodo entre dos guerras y los cambios que se sucedieron después de la segunda posguerra.
Hay 49 películas basadas en sus relatos y centenares de telefilmes y series de TV. Según las listas de Wikipedia, de los libros más vendidos de la historia, las ventas de ejemplares de libros de Agatha Christie sobrepasan los 100 millones de ejemplares. Para mi sorpresa, varios artículos consultados en internet sobre el tema llegan a mencionar la cifra de dos mil millones de ejemplares vendidos (por ejemplo, la revista cultural mexicana Letras Libres en su ejemplar del 15 de marzo de 2019, un artículo del prestigioso New Yorker del 16 de agosto de 2010, y también El País de Madrid, en un artículo del 4 de mayo de 2019, han señalado la versión de los dos mil millones). De todas formas, son muchos ejemplares.
En 1950 fue nombrada miembro de la Royal Sociaty of Literature, en 1956 Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico por Isabel II, y en 1961 obtuvo el doctorado honorario por la Universidad de Exeter, entre otros muchos premios y honores.